XVI.- Nacido un hijo, no era dueño el padre de criarle, sino que tomándole en los brazos, le llevaba a un sitio llamado Lesca, donde sentados los más ancianos de la tribu, reconocían el niño, y si era bien formado y robusto, disponían que se le criase …. mas si le hallaban degenerado llevarle las que se llamaban apotetas o expositorios, lugar profundo junto al Taigeto;
P L U T A R C O VIDAS PARALELAS - T O M O I Licurgo
Me parece que siempre tuve esta noticia dando vuelta en mi cabeza. Con toda probabilidad me llegó a los ocho-nueve años, cuando la historia se enseñaba en base a las gestas épicas de la antigua grecia y roma, y la buena señorita maestra nos habrá relatado, llena de horror, estas malas costumbres de los espartanos...
Pero, hay otra cosa que se formó en mi pensamiento relacionada con esta noticia.
Y es que yo me forme la opinión, y todavía la tengo
“ si yo hubiese nacido en Esparta, sin duda me habrían tirado de cima del monte Taigeto”.
Dudo haber pensado estos en el aquel momento, aunque fui desde chico bastante privo de sentimientos .
Bah. Al fin que son los sentimientos.
Pero de cualquier forma esta idea allí está, y siempre hizo parte de mi forma de pensar.
domingo, 31 de enero de 2010
jueves, 14 de enero de 2010
LAS MONEDAS DE ORO
LAS MODEDAS DE ORO
No sabes si este es un relato verídico. Se te aparece en la mente como algo confuso , como cuando estas mirando a través de una espesa niebla. No sabes de donde viene esta memoria : una vieja lectura, un sueño, algo oido. No es lo único, recuerdas otras cosas , de otras épocas, de otras gente, posiblemente piensas que pueden ser recuerdos de una vida anterior. O varias.
Estas cosas no convienen que las digas. No son temas para personas serias.
Eras bastante joven, no adolescente, un joven adulto. Posiblemente te ocupabas de transacciones marítimas, seguros, despacho de mercaderías, pero de eso no tienes recuerdos, solamente suposiciones. Te parece que en algún momento está en una ciudad que era Boston, a fin del siglo XVIII; no sabes, pero estas seguro de esto. No sabes en que año, lo cierto, estas firmemente convencido, eran las primeras décadas de la independencia de Norteamérica. Ciudad floreciente y tumultuosa.
Estos son los recuerdos.
--------------------
Por mi actividad frecuentaba el puerto.
Fue alli que lo vi en varias ocasiones y tuve curiosidad de hablar con el. Era un hombre muy viejo, vivia, asi despues supe, en una pequeña choza cerca del puerto. Se sentaba en las tardes soleadas en los rollos de cuerdas para el amarre de los barcos, mirando en el vacio..
A pesar que intenté conocer algo de el, nunca supe su nombre; en la taberna los llamaban Limp. Alli comia su frugales pastos.
Cada día lo saludaba y de a poco empezamos a tener breves conversaciones. Me decía que allí le gustaba estar porque, siempre anduvo por el mar y tenia añoranza de los barcos, y un día, asi como de paso, me dijo que siempre en su vida había sido pirata o, no se, corsario. En mi recuerdo no lograba entender bien la diferecia .
Me decia, con cierta nostalgia, que esta profesión fue decayendo; los mejores armamento de los barcos, la mayor velocidad por el fuselaje y las velas , hizo que ser pirata además de peligroso daba poco rédito.
Ahora supongo que en realidad era corsario, porque el algún momento me pareció entender que cobraba una pequeña pensión, posiblemente del ayuntamiento del puerto.
Un día, al fin, me invitó a su cuartucho, dijo que tenia una sorpresa.
Cuando fui me mostró un barril, viejo y mohoso del cual, quitando una espita, llenó con ron dos generosas escudillas de terracota . Pero que ron!!!
Este ron, se hacia de una forma muy peculiar, en las antiguas colonias francesas del caribe. Los esclavos se sentaban en circulo alrededor de una tinaja de barro. Cada uno mascaba un trozo de caña de azucar, sin tragar, y luego la escupía en la tinaja. Y así seguido hasta que la tinaja estaba llena. Luego se la tapaba con un trozo de piedra pizarra y después de una tiempo se destilaba, obteniendo un ron incomparable. Ahora ya estas cosas no se hacen. Tal vez, alguien piensa que son cuentos para los turistas!
El ron me gustó mucho así que no fue la única vez que me llegué a su cuarto
Algo me contó de su vida, que tuvo muchas monedas de oro, algunas acuñada por los españoles, otras de las colonias inglesas y francesa y que fue gastando casi todas en las tabernas de las Antillas en ron y mujeres .
Ahora se quejaba que le quedaban pocas, decia de tres valores y en cantidad igual de cada una.
Ya no la gastaba.
Asi me enteré, cosa curiosa, que la guardaba en cinco bolsitas de cuero que contenían cada una la misma cantidad de monedas de cada valor.
Tambien me dijo que se entretenia jugando con las monedas.
Vaciaba las bolsitas y con las monedas hacia , con mucho cuidado, cuatro pilas iguales que también contenían la misma cantidad de cada tipo de moneda. ( ponía las mas grandes abajo y las mas chicas arriba ).
Después tomaba dos pilas cualquiera y la redistribuía en tres pilas iguales, también cada una con la misma cantidad de monedas.
Luego hacia lo mismo con las otras dos pilas , así que todas las monedas estaban distribuida en seis pilas iguales, cada una con la misma cantidad de cada tipo de monedas. Luego guardaba las monedas, en cantidad iguales, en las cinco bolsitas.
Nunca me dijo cuantas monedas tenia, pero siempre se quejaba que ya no le quedaban muchas.
Un día no vino al puerto, fui a preguntar a la taberna y me dijeron que habia muerto y el cuerpo lo habian llevado los guardias del ayuntamiento.
Quise saber que pasaba; ya habian preparado todo para el entierro, no habia nadie a quien avisar. Supe que encontraron las monedas de oro y que fueron destinadas al erario publico. Habia 50 de cada una.
Por hay no me di cuenta. Despues entendi que alguien debia haberse quedado con algunas monedas. Esto pasó siempre y sigue pasando.
Nunca supe lo que pasó con el barril de ron.
Es lo que mas lamento.
No sabes si este es un relato verídico. Se te aparece en la mente como algo confuso , como cuando estas mirando a través de una espesa niebla. No sabes de donde viene esta memoria : una vieja lectura, un sueño, algo oido. No es lo único, recuerdas otras cosas , de otras épocas, de otras gente, posiblemente piensas que pueden ser recuerdos de una vida anterior. O varias.
Estas cosas no convienen que las digas. No son temas para personas serias.
Eras bastante joven, no adolescente, un joven adulto. Posiblemente te ocupabas de transacciones marítimas, seguros, despacho de mercaderías, pero de eso no tienes recuerdos, solamente suposiciones. Te parece que en algún momento está en una ciudad que era Boston, a fin del siglo XVIII; no sabes, pero estas seguro de esto. No sabes en que año, lo cierto, estas firmemente convencido, eran las primeras décadas de la independencia de Norteamérica. Ciudad floreciente y tumultuosa.
Estos son los recuerdos.
--------------------
Por mi actividad frecuentaba el puerto.
Fue alli que lo vi en varias ocasiones y tuve curiosidad de hablar con el. Era un hombre muy viejo, vivia, asi despues supe, en una pequeña choza cerca del puerto. Se sentaba en las tardes soleadas en los rollos de cuerdas para el amarre de los barcos, mirando en el vacio..
A pesar que intenté conocer algo de el, nunca supe su nombre; en la taberna los llamaban Limp. Alli comia su frugales pastos.
Cada día lo saludaba y de a poco empezamos a tener breves conversaciones. Me decía que allí le gustaba estar porque, siempre anduvo por el mar y tenia añoranza de los barcos, y un día, asi como de paso, me dijo que siempre en su vida había sido pirata o, no se, corsario. En mi recuerdo no lograba entender bien la diferecia .
Me decia, con cierta nostalgia, que esta profesión fue decayendo; los mejores armamento de los barcos, la mayor velocidad por el fuselaje y las velas , hizo que ser pirata además de peligroso daba poco rédito.
Ahora supongo que en realidad era corsario, porque el algún momento me pareció entender que cobraba una pequeña pensión, posiblemente del ayuntamiento del puerto.
Un día, al fin, me invitó a su cuartucho, dijo que tenia una sorpresa.
Cuando fui me mostró un barril, viejo y mohoso del cual, quitando una espita, llenó con ron dos generosas escudillas de terracota . Pero que ron!!!
Este ron, se hacia de una forma muy peculiar, en las antiguas colonias francesas del caribe. Los esclavos se sentaban en circulo alrededor de una tinaja de barro. Cada uno mascaba un trozo de caña de azucar, sin tragar, y luego la escupía en la tinaja. Y así seguido hasta que la tinaja estaba llena. Luego se la tapaba con un trozo de piedra pizarra y después de una tiempo se destilaba, obteniendo un ron incomparable. Ahora ya estas cosas no se hacen. Tal vez, alguien piensa que son cuentos para los turistas!
El ron me gustó mucho así que no fue la única vez que me llegué a su cuarto
Algo me contó de su vida, que tuvo muchas monedas de oro, algunas acuñada por los españoles, otras de las colonias inglesas y francesa y que fue gastando casi todas en las tabernas de las Antillas en ron y mujeres .
Ahora se quejaba que le quedaban pocas, decia de tres valores y en cantidad igual de cada una.
Ya no la gastaba.
Asi me enteré, cosa curiosa, que la guardaba en cinco bolsitas de cuero que contenían cada una la misma cantidad de monedas de cada valor.
Tambien me dijo que se entretenia jugando con las monedas.
Vaciaba las bolsitas y con las monedas hacia , con mucho cuidado, cuatro pilas iguales que también contenían la misma cantidad de cada tipo de moneda. ( ponía las mas grandes abajo y las mas chicas arriba ).
Después tomaba dos pilas cualquiera y la redistribuía en tres pilas iguales, también cada una con la misma cantidad de monedas.
Luego hacia lo mismo con las otras dos pilas , así que todas las monedas estaban distribuida en seis pilas iguales, cada una con la misma cantidad de cada tipo de monedas. Luego guardaba las monedas, en cantidad iguales, en las cinco bolsitas.
Nunca me dijo cuantas monedas tenia, pero siempre se quejaba que ya no le quedaban muchas.
Un día no vino al puerto, fui a preguntar a la taberna y me dijeron que habia muerto y el cuerpo lo habian llevado los guardias del ayuntamiento.
Quise saber que pasaba; ya habian preparado todo para el entierro, no habia nadie a quien avisar. Supe que encontraron las monedas de oro y que fueron destinadas al erario publico. Habia 50 de cada una.
Por hay no me di cuenta. Despues entendi que alguien debia haberse quedado con algunas monedas. Esto pasó siempre y sigue pasando.
Nunca supe lo que pasó con el barril de ron.
Es lo que mas lamento.
jueves, 7 de enero de 2010
siete de enero 2010, 10:34 me faltan pocas horas para someterme a una pequeña intervención quirurgica.
Me gusta recordar esto que escribió Borges
El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsalia, al pensar:
Hoy es la batalla.
El alivio que habrá sentido Carlos Primero al ver el alba en el cristal y pensar:
Hoy es el día del patíbulo, del coraje y del hacha.
El alivio que tú y yo sentiremos en el instante que precede a la muerte, cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo.
en realidad no siento ningun alivio
Me gusta recordar esto que escribió Borges
El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsalia, al pensar:
Hoy es la batalla.
El alivio que habrá sentido Carlos Primero al ver el alba en el cristal y pensar:
Hoy es el día del patíbulo, del coraje y del hacha.
El alivio que tú y yo sentiremos en el instante que precede a la muerte, cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo.
en realidad no siento ningun alivio
lunes, 4 de enero de 2010
UN ANTIGUO RECUERDO
Tenia que internarme a las 15 horas por una pequeña intervención – colocarme un marcapaso. Al presentarme el medico de guardia me hizo internar enseguida en terapia intensiva por la necesidad de monitorearme en los momentos antes. Estuve tranquilo en la camita, pedí a la enfermera un poco mas de abrigo y casi me dormitaba.
Oía voces, y presté atención a una voz como si estuviese diciendo una adivinanza :
“… una botella con su respectivo corcho me cuestan un pesos con diez centavos, y me dicen que la botella cuesta un peso mas que el corcho.
Cuanto cuesta la botella y cuanto cuesta el corcho…? “
Me sonreí e hice un comentario a la enfermera que pasaba, pero no habrá escuchado o no prestaba atención.
Me hubiese gustado saber quien era, que, en un sala de terapia, propone a un auditorio problemas, que ahora se llaman de matemática recreativa, que en definitiva involucran un conocimiento de algebra y de resolución de ecuaciones.
Volví a dormitarme y se asomó un recuerdo de cuando, tenia catorce años, y quise hacer mis primaros aprendizaje con esta tan temible algebra. Era el verano de 1944. Tiempo de guerra, aburrimiento.
Teníamos en casa, creo que algún vecino nos lo dio, un libro de algebra, editado en 1870 para uso de las academias militares de caballería. Doscientos hojas, amarillenta, tapa de cartulina, gris oscura. lomo de tela negra.
Con este me la pasaba resolviendo problemas, había una cantidad extraordinaria.
Llegue a uno, y no pude seguir, pensé que no era allí el lugar adonde debía estar, demasiado difícil, no, este no podía resolverlo!!!.. Yo no había pasado de las ecuaciones con una incógnita.
En 1992, cuando fui a visitar mi hermano en Italia, el tenia todavía el librito, que después, a su fallecimiento, se perdió.
Me lo hice dar, encontré el problema. Para mi era como una maldición.
“… en San Petersburgo el 1ro de enero la noche supera el día de trece horas: Cuando dura el día, y cuanto dura la noche . “.
Esto fue el recuerdo que me trajo aquella voz, que hablaba del precio de la botella y el corcho en una sala de terapia intensiva.
Era el mismo problema.
Oía voces, y presté atención a una voz como si estuviese diciendo una adivinanza :
“… una botella con su respectivo corcho me cuestan un pesos con diez centavos, y me dicen que la botella cuesta un peso mas que el corcho.
Cuanto cuesta la botella y cuanto cuesta el corcho…? “
Me sonreí e hice un comentario a la enfermera que pasaba, pero no habrá escuchado o no prestaba atención.
Me hubiese gustado saber quien era, que, en un sala de terapia, propone a un auditorio problemas, que ahora se llaman de matemática recreativa, que en definitiva involucran un conocimiento de algebra y de resolución de ecuaciones.
Volví a dormitarme y se asomó un recuerdo de cuando, tenia catorce años, y quise hacer mis primaros aprendizaje con esta tan temible algebra. Era el verano de 1944. Tiempo de guerra, aburrimiento.
Teníamos en casa, creo que algún vecino nos lo dio, un libro de algebra, editado en 1870 para uso de las academias militares de caballería. Doscientos hojas, amarillenta, tapa de cartulina, gris oscura. lomo de tela negra.
Con este me la pasaba resolviendo problemas, había una cantidad extraordinaria.
Llegue a uno, y no pude seguir, pensé que no era allí el lugar adonde debía estar, demasiado difícil, no, este no podía resolverlo!!!.. Yo no había pasado de las ecuaciones con una incógnita.
En 1992, cuando fui a visitar mi hermano en Italia, el tenia todavía el librito, que después, a su fallecimiento, se perdió.
Me lo hice dar, encontré el problema. Para mi era como una maldición.
“… en San Petersburgo el 1ro de enero la noche supera el día de trece horas: Cuando dura el día, y cuanto dura la noche . “.
Esto fue el recuerdo que me trajo aquella voz, que hablaba del precio de la botella y el corcho en una sala de terapia intensiva.
Era el mismo problema.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)